Reforma tributaria y sus efectos en las Pymes


En Chile, la estructura empresarial no ha cambiado en dos décadas: el 75% de las empresas siguen siendo microempresas, con ventas anuales que no superan las 2.400 UF. Esto es clave para el sector, ya que según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), más del 70% de las empresas de buses interurbanos en Chile son consideradas Pymes.


Este dato, lejos de ser una curiosidad estadística, es el reflejo de un sistema económico altamente concentrado y poco fértil para el crecimiento de las unidades productivas más pequeñas, según el análisis de la Multigremial Nacional no da espacio a dudas: las microempresas están atrapadas. No es que no quieran crecer: no pueden. 

La concentración económica, la informalidad y la baja productividad son muros que no logran escalar. De hecho, según la Encuesta de Microemprendimiento (EME 7), el 58,3% de estas unidades son informales, superando a las formales. En otras palabras, la mayoría ni siquiera tiene acceso pleno al sistema tributario.


Pese a ello, no hay evidencia de un supuesto «enanismo tributario» ni de un «efecto umbral» que disuada a las microempresas de crecer por temor a tributar más. La razón de su estancamiento es estructural, no fiscal.


El Régimen ProPyme: elegido por las pequeñas, ignorado por Hacienda

En el siguiente peldaño están las pequeñas empresas, que representan un 22% del total y pueden facturar hasta 25.000 UF anuales. Estas sí están en el radar del Servicio de Impuestos Internos (SII) y del Ministerio de Hacienda, que proponen que migren hacia un Régimen Pyme Transparente. Sin embargo, actualmente prefieren el Régimen ProPyme, que les ofrece un equilibrio entre formalización, flexibilidad y beneficios tributarios.


La crítica que surge desde diversos gremios es clara: se pretende diseñar una política tributaria desde los escritorios, sin entender la calle. Obligar a estas empresas a cambiar de régimen podría tener efectos contraproducentes si no se consideran las particularidades sectoriales y territoriales.


¿Y las medianas? Un club exclusivo


La cima de esta pirámide es reducida. Solo un 3% de las empresas en Chile son medianas, con ventas entre 25.000 y 75.000 UF. Y el nuevo régimen propuesto por Hacienda no plantea ampliar significativamente su base. Según los últimos datos, del total de empresas medianas:

El 0,72% ya tributa bajo el régimen del artículo 14D3.

Solo el 0,38% (unas 4.602 empresas) migraría a este régimen luego del año 2029.


Esto significa que ni siquiera en una década se lograría un cambio sustantivo en la estructura empresarial. La reforma, si no se calibra con visión de terreno y política pública de desarrollo productivo, corre el riesgo de ser irrelevante para el ecosistema real de las Pyme.

Los datos son elocuentes. No se puede empujar a las empresas a crecer solo con cambios tributarios si no se atacan los verdaderos problemas: concentración del mercado, acceso a financiamiento, informalidad laboral y trabas regulatorias.

Una reforma que pretenda integrar a más empresas al sistema formal debe ir acompañada de programas de productividad, digitalización, acompañamiento tributario y simplificación administrativa real.

Porque si el 75% de las empresas lleva 20 años sin crecer, es hora de preguntarse si el problema es tributario o económico.